14.Septiembre 2012
Nos
despertamos con una resaca monumental, después de habernos despedido ayer de
Madrid con una botella de Vodka. Llegamos a Barajas y al hacer el check-in me
ven y me llaman por mi nombre: - Miguel Ángel? – Si! – Llegas por los pelos, estábamos
cerrando. Wow! De prisa y corriendo pasamos por el control y encuentro la
puerta de embarque. Montamos y saludamos a la azafata y le pregunto como se
dice hola en ruso: Sdrásdruitie! (toma ya!) Hay que empezar a aprender ruso. Mi
asiento es el 12E y a mi lado se sienta una chica rusa Alla con la que chalamos
todo el viaje. Ella es de un pueblo del norte de Moscú pero vive en Úbeda y
tiene acento andaluz muy gracioso. Dice que su pueblo de Rusia se parece mucho
a Úbeda (…) Su novio al comprarle el billete le pidió la comida baja en calorías,
si ya es mala de por si la comida del avión… El vuelo son 4 horas y media pero
se me hace muy ameno. Me leo todos los periódicos que te regalan y pillo una
revista moscovita. Comemos a las 12, que para las azafatas serán las 2. Pido
pollo (CURITSA) y me sirven una especie de arroz con mostaza y verduras y unos
irreconocibles trozos de carne gelatinosa…uhmmmm!! De
postre té con limón (chai slimonom) Los rusos beben mucho té por lo visto…
Llegamos con 20 minutos de retraso. Moscú |
Al llegar hay un tipo que viene a recogerme, mandado por mi
colega Alexei (Losha) creo que se llama Vladmir. Me dice que hace mucho calor:
22º, eso si, en ruso: NO ENGLISH! De camino PROTVA, atasco de cojones (típico en
Moscú) Veo a lo lejos muchas grúas de construcción y me entra una estúpida
nostalgia de la era del ladrillo. Llego a casa de Alex, me alegro, hace 4 años
que no le veo, está igual. Me presenta a su mujer Leni y a BABUSHKA (la abuela) Esperamos a Scott,
que también viene hoy y nos vamos a cenar a una delicioso restaurante georgiano
con Irakli. Comemos patés de smashed vegetables y nueces acompañado de una
especia de pan pizza con queso por dentro. De segundo estofado de cerdo y
varios chupitos de vodka. En el restaurante hay un dj que pincha todo el rato
hits antiguos mientras las putis bailan incitando y excitando a futuros
clientes. Volvemos a casa y bebemos más
vodka. Son las 2:30 y somos felices.
15.Septiembre 2012
Nos despertamos a las 9 para recoger la minivan de alquiler
para ir a la casa de campo de la abuela. El lugar de alquilen se llama Arrenda-abto
(por lo visto arrenda significa alquilar, fíjate tu…) Vamos hasta allí cruzando
un maravilloso puente que a la vez es un centro comercial. Al llegar no saben
nada de la reserva. Tenemos que esperar 5 minutos que se convierten en 2 horas.
Enfrente tomamos un estofado y un té muy rico. Al final nos dan el coche y salimos
pitando. Vamos al mercado a comprar comida y bebida. Conducimos durante 2 horas
par allegar a Rodnikie, por el camino hay otro atasco de flipar. La casa de
BABUSHKA es flipante, toda de madera. Preparamos la comida y vamos al pozo a
por agua. Mientras que se prepara todo ayudamos a la abuela a quemar un montón
de hojas y ramas en bidón de hierro. Mientras comemos caviar rojo y bebemos
chupitos de vodka. Siempre bebiendo vodka! Empezamos a comer y vienen Irakli y
su mujer, es el cumple de mi amigo Alex. Mientras a todo esto Tolia lleva desde
que hemos llegado preparando la BANIA que es como una sauna pero la diferencia
es que la sauna finlandesa es seca y esta es más húmeda. Ya está preparada, son
las 12 de la noche y ya vamos un poco tocados. Entramos de tres en tres en
turnos de 10 minutos, no más. Al salir la primera vez me siento completamente
sano. Vamos entrando en turnos de 10 minutos y esperamos en un cuartito tomando
té. Las siguientes veces, el procedimiento es el siguiente: Tolia, armado con
un puñado de ramas de un árbol especifico te azota el cuerpo y luego te cruje
la espalda. Es alucinante! Nos quedamos hasta las 3 de la mañana.
De vuelta en casa Scott y yo seguimos bebiendo vodka y
analizando el mundo hasta las 6:30 de la mañana (hacía 10 años que no le veía)
Tomando algo después de la bania |
Guas guas, qué dibujo lindo de curiosos compañeros de velada. Logro imaginarme una escena de novela del XIX. Muy bien ambientado, y eso que no hay color...
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